La instalación fotovoltaica es una de las alternativas más económicas y respetuosas con el medioambiente para la obtención de electricidad y, por eso, cada vez más hogares y negocios apuestan por ella.
La instalación de las placas fotovoltaicas es rápida y los beneficios de su uso son inmediatos. Sin embargo, la eficiencia de estos equipos está relacionada con su correcto mantenimiento y limpieza.
La limpieza de las placas solares es una tarea sencilla (puedes hacerla tú mismo si los paneles están instalados en cubiertas de fácil acceso). Piensa que, al estar a la intemperie, pueden mancharse con gran facilidad. Además, una limpieza deficiente de tus placas fotovoltaicas puede traducirse en un menor rendimiento de producción de energía.
El correcto mantenimiento de la instalación fotovoltaica se completa con la revisión periódica del funcionamiento de los equipos y con el control de la cantidad de energía producida.
Algunas de estas tareas forman parte del mantenimiento preventivo, pero es recomendable contratar mantenimientos correctivos que nos cubran posibles fallos de funcionamiento. Aconsejamos que estas tareas de mantenimiento se realicen por profesionales.
El mantenimiento de instalaciones solares fotovoltaicas
- Mantenimiento del sistema de generación. Consiste en retirar, una vez al mes, objetos o suciedad que pueda afectar al funcionamiento de los paneles solares. El mantenimiento del sistema de generación incluye eliminar tanto el polvo como los restos de polución, ya que, cuando estos se acumulan, reducen la corriente eléctrica y generan puntos calientes.
- Inspección visual para detectar degradaciones en la instalación fotovoltaica. Simplemente, debemos comprobar que las celdas de las placas fotovoltaicas no presentan roturas o deformaciones. Lo ideal es hacer esta inspección cada dos meses.
- Comprobación de los soportes. Las placas fotovoltaicas suelen colocarse sobre estructuras fabricadas con perfiles de aluminio y tornillos de acero inoxidable que no requieren mantenimiento anticorrosivo. Aun así, al menos una vez al año, conviene comprobar la fijación de la estructura de las placas solares a la cubierta y la estanqueidad de la misma.
- Revisión de los inversores. Los inversores solares son la parte más delicada de la instalación fotovoltaica, y requieren un mantenimiento más exhaustivo que consiste en:
– Hacer la lectura de los datos archivados y de la memoria de fallos una vez al mes.
– Cambiar las esteras de los filtros y las rejillas protectoras de entrada y salida de aire dos veces al año.
– Limpiar el inversor, revisar el cableado o los interruptores, comprobar la temperatura de las conexiones y verificar que no hay elementos deteriorados/corroídos al menos una vez al año.
Si te interesa, te dejamos aquí un post sobre cómo instalar placas fotovoltaicas en casa.
Tareas de mantenimiento no preventivo o profesional
- Comprobar el estado y la estanqueidad de las cajas de conexión de las placas.
- Revisar el rendimiento de la instalación en momentos de máxima exposición de la radiación solar (medición de la tensión a circuito abierto y medición de la corriente de cortocircuito).
- Comprobar la respuesta del sistema ante caídas de tensión de los diferentes circuitos (paneles-controlador de carga, paneles-inversor, controlador-batería y batería-inversor).
- Mantenimiento del cuadro general de distribución y comprobación de los dispositivos de protección contra cortocircuitos.
- Revisión del aislamiento de la instalación interior.
- Mantenimiento de la puesta a tierra de la instalación fotovoltaica para comprobar que no sobrepase el valor prefijado.
La correcta limpieza y mantenimiento de tus placas solares
- Para que las placas solares absorban la mayor cantidad de energía solar, deben estar completamente limpias. No debes usar productos específicos o corrosivos: solo necesitas esponjas o gamuzas suaves, un cubo con agua y una pequeña cantidad de lavavajillas. Si quieres, puedes usar un kit de limpieza de coches.
- Frota las placas con suavidad. De hecho, aunque las placas fotovoltaicas son resistentes a los distintos fenómenos meteorológicos (lluvia, aire, frío, etc.), al limpiarlas es conveniente tener el máximo cuidado.
- No limpies las placas en seco, ya que podrían rayarse o dañarse. Por otra parte, si tu vivienda está cerca de una carretera o de una zona por la que pasan muchos camiones, es posible que estas se manchen con aceite. En este caso, conviene eliminar estos restos con alcohol isopropílico antes de realizar la limpieza periódica.
- A la hora de limpiar tus paneles solares, extrema la precaución para reducir el riesgo de electrocución. Un consejo es utilizar materiales aislantes (guantes, botas de seguridad, mono, etc.); otro, evitar hacer la limpieza de los paneles solares en días de lluvia o de viento.
- Por último, si tus placas fotovoltaicas están en zonas muy elevadas o en partes de tu tejado inaccesibles, te recomendamos contactar con una empresa especializada o con tu empresa instaladora para asesorarte sobre las tareas de limpieza y mantenimiento.