No paramos de escuchar en las noticias los máximos históricos que estamos alcanzando en cuanto a subida de la luz. Por eso, es momento de movilizarnos y buscar formas de ahorrar energía en casa o en nuestras empresas. Porque si no lo hacemos nosotros… ¡No lo va a hacer nadie!
¿Te interesa conocer algunas de ellas? Desde MYGREENHOUSE te las contamos.
¿En qué gastamos más energía los españoles?
Según datos del IDAE, el gasto medio de energía de los hogares españoles asciende a casi 1.000 euros al año.
De este dinero, más del 50% se destina a la climatización (calefacción y aire acondicionado), lo que supone alrededor de 5.300 kWh anuales.
Los electrodomésticos y el agua caliente son el segundo mayor gasto energético del hogar (ambos en torno a los 1.900 kWh anuales), mientras que en el tercer puesto de este ranking se sitúa la iluminación (alrededor del 400 kWh al año).
Pero, ¿por qué es tan importante saber en qué gastamos más energía?
Cuando hablamos del consumo energético de la vivienda, hacemos referencia al coste de alimentar todos los aparatos eléctricos que tenemos en casa. Este gasto se mide en kWh (kilovatios hora), que es la potencia que un hogar consume en 60 minutos. Pongamos un ejemplo: una bombilla de 40 W encendida durante una hora consume 0,04 kWh (40 Wh), mientras que el tiempo que un ordenador tarda en consumir esta misma energía es de casi tres horas.
Por este motivo, es muy importante saber a qué destinamos dicho consumo, ya que se trata de la mejor manera de identificar comportamientos poco eficientes, buscar alternativas y encontrar formas de ahorrar energía y dinero en casa que sean sostenibles a largo plazo.
Ahorro energético: 5 consejos que no debes pasar por alto
1. Contrata la potencia que necesitas
La potencia eléctrica indica la cantidad máxima de energía que podemos consumir en un mismo instante. En principio, cuanta menos potencia contratemos, menos coste fijo pagaremos en nuestra factura de la luz.
Sin embargo, esta decisión no debe tomarse a la ligera: si contratas poca potencia, es posible que salte el diferencial cuando conectes varios equipos a la vez. Por eso, te aconsejamos realizar un estudio concienzudo de tus hábitos de consumo para saber hasta qué punto te interesa contratar menos potencia.
2. Elige electrodomésticos eficientes
Otra de las formas más prácticas para ahorrar energía en casa es fijarse en la etiqueta energética de los electrodomésticos, obligatoria en todos los productos comercializados en la UE.
Los electrodomésticos calificados como A son los que menos consumen, y el ahorro a largo plazo puede ser importante. Por ejemplo, un frigorífico clase D consume unos 662 kWh anuales, mientras que uno de clase A puede consumir alrededor de 250 kWh al año. En los modelos A+++, el gasto energético puede reducirse casi la mitad (150 kWh). Esto significa que si cambias tu antiguo frigorífico D por uno clase A+++ puedes ahorrar hasta 500 kWh al año.
3. Sustituye tus antiguas bombillas por bombillas LED
Las lámparas halógenas y las bombillas «normales» consumen casi 10 veces más que las bombillas LED o de bajo consumo.
Por ejemplo, una bombilla de 6 W encendida durante una hora consume 0,006 kWh (6 Wh), mientras que una lámpara LED de 6 W ilumina igual y solo consume muchísimo menos. Evidentemente, el precio de las bombillas LED es más elevado, pero su vida útil también es superior, por lo que la inversión merece la pena.
4. Utiliza un termostato inteligente
Los termostatos garantizan el óptimo funcionamiento de los sistemas de climatización y los modelos inteligentes pueden hacerlo de forma remota a través de una aplicación móvil, por lo que puedes programar tu aire acondicionado, tu caldera o tu calentador por zonas y franjas horarias.
Estos sistemas favorecen un uso eficiente de energía, reduciendo el consumo energético en el hogar hasta un 30%.
Actualmente, también existen Apps que te ayudarán a controlar tu consumo energético y a adoptar hábitos más eficientes, siendo una buena forma de ahorrar energía en casa.
5. Aprovecha la luz solar al máximo
Y con esta afirmación no solo nos referimos a utilizar la luz natural para calentar e iluminar nuestra casa. Aprovechar la luz del sol también es sinónimo de apostar por las energías renovables en el hogar.
Instalar placas solares es una de las mejores formas de ahorrar energía en casa y hacer que nuestra vivienda sea más sostenible: la luz del sol es gratuita, es 100% respetuosa con el entorno (en la producción de electricidad no se producen residuos ni se emiten gases), su tecnología es altamente fiable y el retorno de la inversión es relativamente rápido. Sin duda, ¡la solución a la subida de la luz que SÍ funciona!
Además, la energía solar fotovoltaica se puede combinar con sistemas de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria. Esta es una muy buena oportunidad para ahorrar incluso más, ya que, como hemos visto, estos elementos suponen más del 50% del gasto energético en nuestros hogares.
¿Quieres más información sobre el uso de la energía solar en el ámbito doméstico o en pymes?